miércoles, 5 de marzo de 2008

69. RODA DE ISABENA II



Armado de valor tras la foto de la columna que sostenía las nuevas murallas de Roda de Isábena, (ver cuatro post antes) nos adentramos en el pueblo e intentamos entrar en su iglesia, que por haber sido episcopal, es aún llamada catedral. La puerta estaba cerrada, pero como forcejeamos un poco, rápidamente nos abrió la guía que estaba en su interior atendiendo a media docena de turistas: si quieren verla tendrán que esperar a las doce, nos dijo. Miré el reloj y eran las diez y veinte, así que sin pensármelo dos veces le contesté ¿y no podemos unirnos a este grupo? La buena señora accedió pero me advirtió que no lo íbamos a ver todo y que luego me iba a cobrar la entrada completa… Bueno, sea así, le respondí nuevamente, pero espero que la visita no dure hasta las doce… No, no, tranquilo, en diez minutos terminamos. ¡Eh! pero oiga, aquí no se pueden hacer fotos, -me dijo señalando con autoridad a la camarita que llevaba en la mano.

El turismo interior español es así de casposo. La Dirección General de Bellas Artes convierte las humildes iglesias de los pueblos en pequeños Eurodisneys, y luego las abandona a la suerte de la gestión popular. Cada visita al pasado en nuestro país es una aventura y un espectáculo porque las explicaciones son como de actores del cine español: con qué naturalidad nos interpretan que ese San Pancracio es del siglo XVI y ese San Pedro del XIV; y qué caras tan serias y circunspectas se nos pone a los visitantes.

Recorrido el interior de la iglesia nos abrió la puerta del claustro y a modo de premio infantil y aviso del recreo nos anunció que ¡ya podíamos hacer fotos! Como si la media docena de turistas tuviéramos el mono del tabaco, sacamos todos las cajetillas y nos pusimos a disparar como posesos.

Bueno, las media docena restante como posesos; yo, sin embargo, como “obseso”, porque me es imposible ver nada del pasado hasta que no consigo desembarazarme del presente. Y es que el presente era el cartelito de arriba, cuyo contexto pongo aquí,



este otro cartelito que me impedía ver el pozo,


y los detalles de esta puerta en la que un cartelito algo más cuidado situado en la parte superior derecha dice: PRIVADO.


Ahora que estamos de propuestas electorales: ¿no podría desaparecer la Dirección General de Bellas Artes y dar su presupuesto a los pobres?