martes, 24 de marzo de 2009

106. RIVAS VACIAMADRID, (Madrid) Iglesia de Santa Mónica

(El presunto autor de las fotos con las que abría este post, fotos que están por toda la red, me ha pedido que las retire por no haber solicitado su permiso para utilizarlas (ver su carta reproducida al final del post). Espero encontrar pronto otras fotos parecidas o similares, pues por desgracia, el esperpento no desaparece porque el presunto fotógrafo me diga que retire de aquí sus imágenes).

Fotos nuevas, tomadas de la web aaaaarte. Autor, D Baugh:




Desde que mi amigo Enrique me envió hace un par de semanas este Cascotazo, obra insigne del arquitecto Ignacio Vicens y su colega Jose Antonio Ramos, he buscado sin éxito el recorte del periódico ELPAIS que me trajo la noticia de la existencia de este tipo. Era una de esas páginas del Babelia en que bajo la apariencia de información se publicitan ciertos arquitectos bien relacionados con “la casa” y en la que el contraste o la contradicción de lo que se decía y se veía era máximo. Si no recuerdo mal (el recorte era de hace diez años), Vicens repetía la jaculatoria esa de que el artista ha de desaparecer tras la obra, ser irrelevante, etc, y por otra se mostraba alguna obra suya bastante impactante y sobre todo se exhibía una curiosa foto en tres cuartos del arquitecto, ataviado como un dandy trasnochado con unas gafitas de intelectual y un chaleco como de mi abuelo (Azúa ha recordado hace poco en Madrid lo que es un dandy: un hombre dedicado a convertirse en escaparate).

Mira por donde que yo ya había reparado en una obra de Ignacio Vicens al hacer la crónica de los lugares en que encierran ahora a los viejos: Vicens era el creador del así llamado “asilo boutique” (vease. Arquitectura y Vejez/1 y Conferencia de Valencia) pero en aquella ocasión evité mencionar su autoría. En el caso de la iglesia de Santa Mónica en Rivas Vaciamadrid, es ya imposible evitar el nombre del artista. Se ha hecho tan grande con el premio que les ha dado “la prestigiosa revista” Wallpaper” que el pobre hombre no podrá nunca desaparecer tras la obra.

De todos modos, y gracias a este Cascote, he podido visitar con mi querido platillo volante google earth la “nueva ciudad” de Rivas Vaciamadrid



y creo haber captado la perfecta simbiosis entre su urbanismo y la arquitectura de la iglesia. Estoy seguro que la profusión de piscinitas privadas de los adosados os va a sorprender tanto o más que el acero corten de la fachada de iglesia o que ese contraste entre la forma curvilínea del acceso trasero y la atormentada volumetría del, por así decirlo, retablo fachada. Por no hablar de la relación entre la iglesia y su manzana de bloques...:



A falta de otros datos sobre Rivas Vaciamadrid he leído los primeros comentarios que los bloggeros hacen de la iglesia y gracias a uno de ellos he descubierto que buena parte de la población de Rivas Vaciamadrid, o sea los propietarios de esos adosados con piscina, pertenecen a la clase progre-sociata que suele ejercer de laica hasta que los hijos tienen que hacer la primera comunión o las hijas casarse. En otro de los comentarios más elogiosos de la iglesia de Vicens he podido leer que esa iglesia es el perfecto escenario para una boda moderna. Y creo que estoy de acuerdo.




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Aquí la carta de Pablo Vicens Hualde (textual, copio y pego) pidiéndome que retire las fotos de la iglesia de su hermano:


Estimado Sr: Cual ha sido mi sorpresa al encontrarme en la entrada RIVAS VACIAMADRID (Madrid) Iglesia Santa Mónica de su blog Cascotes publicadas unas fotografías realizadas por mi. Creo que que aunque solo fuera por unas mínimas nomas de cortesía debería haberme pdido permiso para su utilización a lo que alo mejor habría accedido gustoso, otra mínima norma de cortesía habría sido citar la autoría de las fotos que por cierto no tienen licencia de uso público sini que estan protegidas por copyright. En vista de todo lo anterior le rogaría que retirase las fotografías lo antes posible de su blog y se abstuviera en el futuro de utilizar ninguna de mis fotografías. En cuanto alpropio contenido de la entrda aprecio una elaboradísima crítica arquitectónica basada en elementos tan objetivos como el chaleco o las gafas del arquitecto (falacia argumentativa conocida como ataque ad hominen)