viernes, 6 de marzo de 2009

104. SEVILLA, Palacio de Congresos y más



A poco que saques la cabeza de casa, te llueven cascotes por todas partes.



El otro día encontré en el periódico a este empresario posando tan feliz delante de su casco-edificio con entrada a lo Louvre y me acordé del divertido capítulo que Adolf Beltrán dedicaba en su libro “Fea es Valencia” al reciente “prestigio de la pirámide” entre los arquitectos. Fui a buscarlo en el google earth pero me salía que estaba en la Glorieta del Palacio de Congresos de Sevilla y no dí con él. A cambio me llamó la atención la planta de este otro edificio junto a la glorieta de su nombre:



Y cuál no sería mi sorpresa cuando pinché en las fotos para verlo: ¡toma cúpula y plaza vaticana! ¿Para qué busco la pirámide si tengo aquí un remedo de la cúpula que ideara Speer para su proyecto faraónico del Berlín Hitleriano cruzado con una arquería sacada de un catálogo de Louis Kahn?. Cascoimpresionante:





El edificio se construyó en 1989 y no he conseguido encontrar a los culpables, pero me imagino que estarán macizando Dubai, y no saben cuánto me alegro.

Pero que no se mueva nadie que las desgracias no acaban ahí. Al buscar el nombre de los arquitectos me salía insistentemente en el google que el consagrado Consuegra (sí, aquel arquitecto por el que me vino la ruina en elhAll) va a hacer una ampliación del mismo añadiéndole un auditorio y no sé qué cuantas más cosas. Y ahora viene la pregunta del millón: ¿cómo ampliará el gran arquitecto sevillano de los ángulos y las diagonales de la deconstrucción semejante engendro? Muy fácil. Esta es la memoria del proyecto del consagrado Consuegra que obtuve en un periódico:

"Resolver la relación adecuada entre el nuevo edificio del Auditorio y el Palacio de Congresos existente será en nuestra propuesta un tema capital. Si el nuevo edificio se construyese enteramente sobre la nueva parcela, quizá no sería fácil identificar que ambas construcciones pertenecen a la misma institución, a no ser que se recurra a analogías estilísticas o bien a conexiones físicas –puentes o pasarelas—que bien pudieran constituirse en débiles lazos de relación. Se trata, por tanto, de proponer un nuevo edificio autónomo pero al mismo tiempo que pueda percibirse como un episodio subordinado al edificio anfitrión.

Dadas las características del sitio parecería aconsejable la propuesta de un espacio de transición entre el edificio y la calle. Sevilla se caracteriza precisamente por la presencia de estos magníficos espacios de transición, ambiguos, indefinidos, imprecisos. Que son sino los zaguanes, apeaderos y compases de su arquitectura doméstica o monumental. Espacios en los que se produce este desdibujamiento de límites, entre interior y exterior, entre el dominio de lo público y lo privado, entre la arquitectura y la ciudad".


Y esta es la propuesta de verdad del consagrado Consuegra: “Un edificio que se integrará con el actual” rezaba el titular de la noticia.





Pirámides de primero, Cúpula de segundo y Diagonales de postre. Todo un cascomenú.

Ah, y por si alguien se ha quedado con hambre le pongo de recena esta torrecita bottiana y postmoderna que está al otro lado de la calle de la plaza vaticana un poquito más al Este. Es como para organizar un viaje de arquitectura a Sevilla ¿verdad?