viernes, 27 de noviembre de 2009

122. BOLARDITIS

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En el Cascote 63 saqué las nuevas calles abolardadas (que no arboladas) que Gallardón se gasta en la capital y que todos los alcaldes del reino tienen a bien imitar. Vistas desde la perspectiva de la seguridad vial el asunto es bastante más trágico y por eso nuestro infatigable amigo Luis Xumini ha emprendido una campaña contra los bolardos a la que me sumo de mil amores.

Abundando en el material gráfico, y como los catalanes tienen que dar la nota en esto del diseño, el verano pasado fotografié en Figueras estos ingeniosos bolardos para hacerse el harakiri.

Os dejo con el texto de Luis Xumini y dos de las primeras reacciones al mismo.




Luis Xumini

Vienen aumentando los lesionados, inválidos y muertos por los bolardos en toda España dada la moda imperante en los municipios (esta semana he tenido conocimiento de otro que está en UVI y veremos si logra salir), igual que ha sucedido con los badenes, "lomos de burro", resaltes y demás dispositivos saltables, rascables, subibles y bajables, que los municipios han plagado las vías urbanas de ellos sin prever las consecuencias y sin competencias para hacerlo. Los bolardos tienen una capacidad letal y lesiva importante tanto para los peatones como para los ciclistas y motoristas.

Ilegitimidad del riesgo y los muertos por los bolardos.

Publicado en http://www.accidentologiavial.net

Se trata de un artículo que se ha dividido en cinco partes para que el lector se sitúe mejor en el contexto y tenga argumentos.

1. El problema creado con la instalación masiva de bolardos.
2. El problema de la inseguridad vial urbana que se agrava.
3. La incorrección técnica de los bolardos.
4. La ilegitimidad de los bolardos.
5. Conclusiones.


Puede descargarse en PDF pinchado aquí: http://luism.xumini.googlepages.com/RiesgosyMuertosdelosBolardos.pdf

Os acompaño una de las fotos del artículo que es elocuente, su viuda de venti pocos años no deja que falten flores, lo que parece que no dice mucho a los técnicos municipales. La otra es una obra de arte innecesaria e inútil, preparada para cazar peatones, ciclistas y motoristas entre la pintura deslizante, la rampa y los bolardos.

Se me olvidó decir que los ciegos llaman a los bolardos "cazaciegos"; pocos hay que no lleven marcas de los golpes y caídas por los bolardos, por los arquillos y por las vallas de "protección" peatonal. Además hay quien en 2007 ya postulaba que los bolardos "encubren una presunta malversación de fondos municipales"
En: http://www.20minutos.es/carta/298403/0/bolardos/previstos/alguno/


Testimonio de Mercedes Huertas

MERCEDES HUERTAS | Sant Cugat del Vallès | 16/11/2009 | Actualizada a las 01:41 Entiendo y comparto los sentimientos que expresa Jordi Masgrau en su carta "Pilones metàl·liques" (12/ XI/ 2009). Mi hermano falleció en marzo tras golpearse con un bolardo de acero instalado en una acera de Barcelona, como consecuencia de un accidente de moto provocado por la imprudencia de un peatón.
Para tomar decisiones, no caben muertes. Las decisiones que toma nuestra Administración deberían ser el resultado de un trabajo bien hecho, donde se calculen las consecuencias colaterales. Me sumo a su petición de retirada o cambio de material de los bolardos, que se siguen instalando masivamente, en espera de conseguir que las muertes de Marc y Agustín no resulten anónimas. [Más que anónimas son absurdas e innecesarias para el funcionamiento, las funciones y el uso del sistema viario, un dispendio humano disparatado por no pensar en la seguridad de las personas y estar ciegos ante lo que está demostrando la realidad todos días].


Testimonio de M Zarrabeitia:

M. ZARRABEITIA.
Los bolardos no están previstos, en modo alguno, para evitar que aparquen los coches. En el código de circulación ni siquiera aparece la palabra bolardo. Son obstáculos físicos a las personas, a los discapacitados y, sobre todo, a los invidentes; son propios de una ciudad inculta y sin ley. Están prohibidos en espacios de uso público de las personas.

Claro que una ciudad sin ley es en la que hay que poner bolardos para que no aparquen los automovilistas desaprensivos. Los bolardos incumplen la normativa vigente en favor de los discapacitados, son ilegales y, además, encubren una presunta malversación de fondos municipales, como es gastar dinero en lo que nunca se debe hacer