viernes, 4 de diciembre de 2009

125. DEL URBANISMO COMO BELLA ARTE. Sevilla, por ejemplo.



Voy a ver si con los ánimos que me han dado “vicisitudesysordideces” con su "Cascote de todos los Cascotes", voy limpiando los idems, o sea, los cascotes, que tengo almacenados en el ordenador.
¿Os acordáis de cuando en el mes de marzo buscando la pirámide de cristal de un empresario di con el cascotón Palacio de Congresos de Sevilla?

Pues bien, gracias a estos viajes desorganizados con Google Earth se me suele llenar el ordenador de otros muchos Cascotes y con el tiempo empieza a protestar. En aquella ocasión me vine con unos Cascotes Urbanísticos que son verdaderas obras de arte, o como dicen los vicisitudinarios, auténticas obras de art-itas.

Como es sabido, hace tiempo que la planificación de las ciudades y sus barrios no se dejan al albur de improvisación y la espontaneidad, sino que mentes formadas en la disciplina y la racionalidad de la arquitectura y el urbanismo planifican con sumo cuidado cada pedacito de ciudad. Algunos, incluso, elevan la categoría de sus planes al nivel de las bellas artes, compitiendo con los Kandinskis, Mondrianes, Gherys, Moneos, Miralles, Eisenemans… y demás art-itas. No de otro modo puede explicarse el trazado del barrio cuya foto encabeza esta entrada y cuya autoría ha corrido la injusta suerte de no estar en ese santoral. Porque… qué hermosura de “tapiz urbano” logrado con los bloques y sus espacios adyacente ¿no?, qué detallazo lo de girar los bloques respecto la trama dando innumerables posibilidades arquitectónicas a los encuentros en esquina, qué finura paisajística la de la calle sinuosa central para darle un toque de integración con el paisaje, etc, etc. etc.
Cuando vayáis de visita arquitectónica a Sevilla y las guías os conduzcan machaconamente a la estación del AVE de los Santos Antonios Cruz y Ortiz, cruzad sin falta la avenida del lado sur, que esta joya urbana por descubrir para la historia de Art-te está justo al otro lado.



Aunque ahhhh, maldita sea. Por culpa de ampliar el plano nos salen dos nuevas obras de arte también desconocidas para los hist-oriadores. Un poquito más arriba del barrio de la calle sinuosa, pasado el campo de fútbol y atletismo tenemos este otro Moholy-Nagy:



Ahhh, no, y un poco más arriba de la avenida vienen los chalets, y las adosadas, y las palazzinas, y más adosadas con otra calle sinuosa evocando a Ebenezer Howard, y realizando el sueño rossiano del dominio creativo de la morfología urbana realizada sobre la profundización en el conocimiento de las tipologías arquitectónicas:



¿Cómo es que las Bellas Artes no habían incluido a los arquitectos urbanistas españoles del siglo XX? ¡Tamaña injusticia!

Aunque…, bueno, puede haber una explicación: porque no caben en el Museo y agotarían al curioso más atlético. Y es que si no le paro los pies a Google Earth todavía estaría dando vueltas por los barrios de Sevilla admirándome de la variedad creativa y la capacidad combinatoria de sus creadores... (¡y llenando mi ordenador de Cascotes!).