miércoles, 30 de marzo de 2011

180. UNA CADENA DE ERRORES DE OBRA ACABA EN PREMIO INTERNACIONAL DE ARQUITECTURA

.

La prestigiosa revista internacional de arquitectura y variedades Wallpaper, en su concurso anual de premios,  comparables en importancia a los Pritzker o los Carlsberg o los Heineken, ha dado una mención especial a la Torre Rosaleda recién construida en la leonesa ciudad de Ponferrada por "su impronta conceptual, sus detalles de acabado y  la valentía de sus planteamientos". El arquitecto don Josefino Tuerce ha recibido el premio sin inmutarse porque ya se esperaba algo grande. "En esto de la arquitectura lo importante es la contextualización y la sostenibilidad -ha declarado el arquitecto-, aspectos sin los cuales no vas a ninguna parte".

El caso es que nuestro corresponsal en la zona Enrique Vallecas se acercó hasta el Ayuntamiento a ver los planos y se encontró con que la torre premiada no era en principio  más que uno de los anodinos edificios de la zona con ocho o nueve pisos de altura. Aprovechando las vacaciones del arquitecto municipal y de su conocida miopía, el promotor de la obra, Jiménez Listillo le dijo al encargado que acelerase los trabajos de encofrados en Agosto a ver si podía sacar unas cuantas plantas más. Al principio todo iba bien, hicieron cuatro plantas más, luego otras cuatro y otras dos más, pero como por la obra no iba nadie y para esas plantas no había planos, a partir de la quince al encofrador del emplomado se la fue la mano y les salieron otras siete un poco escoradas a la izquierda.

Cuando el arquitecto municipal volvió de vacaciones y se graduó la vista, quedó con el promotor de la obra, y en una cena interminable celebrada en un conocido restaurante ponferradino pactaron hacer otras siete plantas más pero escoradas hacia el otro lado, para compensar la cosa un poco. "Tú habla con tu arquitecto -se ve que le dijo el municipal al promotor- para asegurarte de que esto no se cae, y yo hablo con el Concejal de Geografía y Urbanismo, -se ve que también le dijo a voces a altas horas de la madrugada- y aquí paz y después copas" -declararon los camareros del restaurante que no veían momento de cerrar ni de acabar la torre.

El concejal de Urbanismo e Historia no hizo remilgos al asunto porque según declaró en el siguiente pleno ante la sorpresa de los medios y de la oposición "ahora Ponferrada volverá a estar en el mapa".  A las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior, agregó que es verdad que Ponferrada  ya salía en Google Earth y en el Camino de Santiago pero que los peregrinos habían empezado a pasar de largo después de que un programa de Tele5 sobre la localidad comparase su Castillo de los Templarios con un reality show y ya nadie se creía que era de verdad.


"Ahora los peregrinos dormirán en la torre porque hemos creado una línea de subvenciones para tener ocupadas las habitaciones de la parte dedicada a hotel que se consiguen con sólo sellar el carnet de peregrino  en el tramo que va desde Astorga hasta nuestra localidad, ... y sin necesidad de pasar antes por León" -recalcó el concejal de Buena Vecindad, Jacinto Bienqueda.

A propósito de la buena vecindad, la inquilina de un adosado recién construido doscientos metros más allá de la torre se ha quejado al susodicho concejal de que la ahora llamada Torre Tuerce le da una sombra muy rara sobre la casa y que los pajaritos del jardín han empezado a desafinar.

El servicio de Cascotes Tudei en Nuevas Tecnologías se ha mirado todos los comentarios que la gente ha puesto en internet y ha estimado que un 85% está a favor de la torre, un 10% no opina y otro 35% no sabe no contesta, de resultas de lo cual las Escuelas de Arquitectura están tomando nota para incluir en los planes de estudios una asignatura llamada Sostenibilidad en Casos Límite y otra sobre Ecología en las Licencias y Direcciones de Obra.

Mientras tanto, y habida cuenta del premio y del peligro que ello supone en las obras inacabadas por la crisis,  el ayuntamiento de Ponferrada ha suspendido las licencias por plazo indefinido. Seguiremos informando.
.
.