jueves, 13 de octubre de 2011

200. ALBERGUE DE JUVENTUD. Avda Meridiana. Barcelona. España

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Llego al doscientos Cascotes casi sin darme cuenta. Como aburrido del asunto. Porque aunque no lo queráis creer, me aburren los Cascotes. Me aburre la mala arquitectura. De pasármelo bien con todo este hundimiento de la profesión no daría abasto. Saldría a cascote diario. Cuando menos. Pero me repito mucho, y no cobrando, no es cosa de argumentar. La belleza mueve a la contemplación. Los Cascotes al horror o a la risa, gestos que cansan mucho. Había pensado celebrar el 200 Cascote con un Gran Cascote: por ejemplo, con la estación de tren que están construyendo Abalos y ex Herrero en mi ciudad; pero esto de los cascotes más que para la celebración, da para la melancolía.

Así que para tan señalado número echo mano de un edificio feo, como tantos, e irrespetuoso con el entorno, como el que más. Es de un profesor de la Escuela de Arquitectura de Barcelona llamado Jordi Romeu, y llegó a mi ordenador gracias  una arquitecta lectora de Cascotes que por lo visto no debía tener buen recuerdo de su docencia. Cuando lo recibí hice una pequeña investigación y leí muchas protestas de los vecinos por el exceso de altura que se le había dado, pero no encontré buenas fotos de su falta de urbanidad y por eso lo tenía por ahí aparcado a ver si algún día pasaba por la Meridiana y le hacía unas fotos.

Pero se ve que los pasos no me llevan a la pobre avda Meridiana, aquella calle que un buen día marcó Bohigas con otro Cascote tan precoz que por ser jóvenes y estudiantes llegamos a creer que se trataba de una arquitectura originalísima y meritoria.


De aquellos polvos, estos lodos. Lo del corrimiento de las ventanas y el mazacote llegó hace tiempo a su climax con las fachadas que llamo en código de barras, de esas que abundan junto a rotondas...


...o donde menos te lo esperas:


Por las fotos que he visto, puede apreciarse que el profesor Romeu es fino estilista de este estilo:


y también del otro estilo de elevarse sobre el común de los mortales, ese que no ven tan atractivo los vecinos del barrio:


Claro que, dado el carácter pedagógico del artista, yo me quedaría con la simpar conjunción entre la kaaba de acero corten puesta sobre la acristalada entrada y el telón de rayas de la torre. Muy escultórico todo y muy bien avenido. Meridianamente avenido.


Y para redondear el post (que no el edificio) aquí la presentación que hace la revista On Diseño:

Jordi Romeu, realiza aquí un ejercicio de composición urbana de raíces modernas, utilizando a su vez, un inteligente lenguaje arquitectónico de carácter contemporáneo que le permite relacionar de forma adecuada una agresiva volumetría edificatoria con su entorno urbano más próximo.

Y hasta me pregunto: ¿por qué nada más arrancar tan sonora frase el autor habrá metido una coma entre el sujeto y el verbo?
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