viernes, 17 de enero de 2014

264. OLÉ OLÉ HOLANDA...



... olé, Holanda ya se ve, ya se vee ya se ve (cantábamos en un villancico muy bonito hace unos días). La versión de ELPAIS que tengan por allá dirá que gracias al prestigio de su nueva arquitectura, Holanda se hace visible en Europa o que los Países Bajos ya están en el mapa y no son tan bajos como dicen, etc. Pero quien está visualizando de verdad Holanda para Cascotes es un argentino emigrado allá que hace un par de meses pidió permiso para entrar en el grupo SEMS de facebook y que desde entonces está haciendo las delicias de los aficionados. Se llama Juan Alonso y Cascotes no puede menos que rendirle un sentido homenaje publicando algunas de las maravillas que nos ha hecho conocer en estas últimas semanas. Como por ejemplo, el Ayuntamiento de Hardenberg, la versión hard de nuestro Tribunal Constitucional que encabeza el post de hoy. No me entretengo en mostrar otros costados de tan jraciosa arquitectura porque la carpeta donde voy guardando sus aportaciones es enorme y voy a tener que hacer una cuidada selección por estilos. 


Esto no me acuerdo lo que era pero está claro que los arquitectos estudiaron en la misma escuela que los anteriores. La de tendencia piramidal o egipcia. 


Esto es otro Ayuntamiento, el de Nieuwegein, en concreto. Se ve que hay mucho inmigrante queriendo ser funcionario municipal y algo hay que hacer para disuadirles. 


Este cestadefesio no es que esté torcido sino que el fotógrafo se mareó al hacer la foto pensando el complejo de manzanas que les tiene que entrar a los usuarios y ya se quedó así.


Este sin embargo está bien así. Probablemente tomó su inspiración de la foto anterior y consiguió el mismo efecto sin tener que inclinar la calle. 


Visto que se podían inclinar los edificios hacia atrás probaron a hacerlo hacia delante y vieron que era bueno. Toma, como que se gana edificabilidad. (Nótese en la foto que los bolardos también crecen en el suelo holandés).


El uso de las inclinaciones no sólo es un desafío a la ley de la gravedad sino a las leyes urbanísticas porque inclinando inclinando puedes ir haciendo más alturas sin que en el Ayuntamiento se den cuenta (que bastante tienen con aguantar los funcionarios dentro de sus nuevos edificios).

Con todo, uno de los mayores complejos de los Países Bajos es el de que sólo sabían hacer edificios bajos. Pero como es gente muy apañada resolvieron el asunto sin complejos: no hay más que poner las casas una encima de otra en vez de al lado:



La ocurrencia provocó no pocas risas y pronto se pasaron a una línea más tradicional de edificación en altura. Si los edificios tenían que crecer que lo hicieran en punta.


Aunque pronto comprobaron que con más puntas crecían más:


Algunos arquitectos se asustaron por la altura y pensaron que mejor aligerar un poco la masa con burbujas:


O con terrazas:


Pero todas estas aligeraciones en altura tuvieron un efecto perverso y es que la edificación en bajura se hizo más compacta:


aunque por lo menos se mantuvieron las inclinaciones experimentadas en los edificios municipales. O en otros edificios más experimentales que como su mismo nombre sólo sirven para experimentar...


...o para iniciarse en la escalada, porque allí en Holanda no tienen ni una maldita peña donde hacerlo:


Una vez animados por la escalada, las alturas, las inclinaciones y los colores, un buen día levantaron esto:


Y vieron que era bueno.

Por lo que enseguida se animaron a levantar lo que hubiera que levantar e inclinar lo que hubiera menester:


Pero no sólo de la diagonal vive el hombre bajo de los países bajos, país de bulbos de tulipanes y vulvas de... (perdón que me lío).


Pero cómo no me iba a liar viendo la urbanización Den Vosch, que como su mismo nombre indica querrá decir Del Bosque (como nuestro Marqués entrenador).


Qué gran idea la de ver crecer las casas como las florecillas a los bordes del canal. Pero no nos detengamos entre sus pétalos porque aún tenemos bulbos (o vulvas) más gordos, como este mismo injertado a un estilo Moneo, que a ver qué sale de ello.


Nada de todo esto podría haber sido hecho sin un programa de realojamiento previo de estudiantes de arquitectura cuidadosamente calculado por el Ministerio de Educación de Allí. Para estimular su creatividad decidieron que lo mejor era meterlos en edificios muy  oscuros...


... pero como la tasa de suicidio estudiantil se disparó decidieron disimularlo con edificios tipo puenting (modelo Utrecht):


Las malas lenguas aseguran que era allí donde se veía Blanca Lleó con sus amigos holandeses y que de aquellos puentings toma Sanchinarros, por lo que el Ministerio tomó medidas (el prestigio de la arquitectura holandesa tenía que quedarse en Holanda) y se pasó a este otro modelo donde la disposición de las ventanas ha mejorado mucho la sociabilidad de los estudiantes y sus relaciones bilaterales:


Yo, la verdad, si tuviese un hijo y quisiera que fuese arquitecto, lo enviaba a Holanda a estudiar. Porque viviendo tan bajo, la imaginación crece mucho más y eso lo agradece mucho la arquitectura. Tanto lo agradece que ya está haciéndose arcos triunfales a sí misma. 


Olé olé Holanda, olé, en Cascotes te hacemos la ola.

(y a nuestro corresponsal Juan Alonso, también).