domingo, 1 de marzo de 2015

311. CA CHICHARRO



Antes de que cierre este blog tengo que evacuar cuando menos todos aquellos chicharros que fotografié en un tiempo en que hacía turismo de Cascotes. Menuda afición que me busqué. Cada vez que iba a Madrid daba en darme paseos por esos barrios de dios donde los arquitectos de viviendas con contactos en las altas instancias (si no de qué tan grandes encargos...) buscaban la gloria a través de un hueco en la revista de Luis Fernández Galiano (recuérdese aquel glorioso Cascote titulado "vivienda normal").  Bueno, pues como ya habrán adivinado ustedes, eso de llamarlos chicharros vino de que después de visitar vallecascotes se me ocurrió ir a San Chinarro y además de pescar ese bloque con agujero para los aviones que tanto celebramos en la Arquitectura 11S me traje en la cesta otras piezas no menos gloriosas y contundentes como esa de ahí arriba que seguro que la hicieron para asustar a los niños.


Aunque también cabe que la hicieran para asustar a los aviones y dirigirlos hacia el agujero del edificio 11S que se ve a su derecha.


Y ya que hablamos de agujeros, aquí tenemos otro invento arquitectónico en la misma zona, el bloque gruyere, pensado, no tanto para el paso de aviones ni avionetas (pues le pusieron tropiezos por en medio), sino para una mejor ventilación de las viviendas.


En esta primera fase a los arquitectos no les dejaron colocar ventanas en el suelo por las que hubiera corrido el aire mucho mejor que por las tradicionales de las paredes, pero en la azotea ya se hicieron pruebas con muy buen resultado.


Otra propuesta de ventilación de las viviendas que fue investigada en San Chinarro fue la de un gran agujero en el chaflán, si bien no dio los resultados apetecidos y el edificio tuvo críticas desfavorables por la mezcla del estilo Saenz de Oíza con tradicionales miradores madrileños


Los autores de esta otra obra maestra que vemos a continuación habían hecho un máster en la Harvard de Sert y pensaron que la clave de una buena ventilación estaba en la variación de la altura de los huecos, a saber, si todos los huecos están a la misma altura y son iguales, habrá zonas mal ventiladas en las viviendas por lo que con ponerlos salteados asunto solucionado. El lío estaba en saber después a qué piso pertenecía cada ventana asunto que se arregló con tres colores de pintura y un poco de habilidad tetrix en encajar las piezas y colores (tirado para un arquitecto con estudios en Harvard).


El caos generado por esta abundancia y variedad de huecos fue contestado dos manzanas más allá por este otro inmueble de estilo igualmente compacto y huecos en bandas cuya audaz propuesta consistía en sacar las escaleras fuera del perímetro construido para que no tuvieran problema alguno de ventilación.


Tan vistosas y aireadas escaleras precisaban de una caseta de control central con portero y plaza de aparcamiento para minusválidos ad hoc, lo que se resolvió con solvencia en el punto en que el mazo bloque abría su patio al exterior para demostrar que no era tan fiero como lo pintaban.


La proximidad entre unas soluciones arquitectónicas y otras permitió darle al barrio una variedad nunca conseguida hasta entonces en la ciudad tradicional.


Una de las características de los chicharros de San Chinarro es que dan todos la medida mínima exigida por la federación de pesca de Cascotes. Ventile o no ventile, que sea grande, por si sale bonito. O atún.


Pues nada, que ya me he quitado otro peso de encima. En el siguiente les llevo a Seseña, ale.