jueves, 31 de diciembre de 2015

364. DUSHAMBE - TAJIKISTAN



El fotógrafo, vecino y amigo Carlos Traspederne, a la sazón también viejo encofrade de SEMS, suele colgar en facebook enlaces o reposteos de fotos de arquitectura de la extinta Unión Soviética como la que he puesto de encabezamiento. Y mientras que en aquella página movería a decir que: parece un flan, o un orinal, pues a mí me gusta, o yo no lo veo satánico, ji ji ji y ja ja ja, para mí, que como decía a comienzos de este año me he quedado ya sin discurso (cascotes 304) ha sido como un billete para ir a la capital de Tajikistan a ver si es de verdad y para saber qué otras cosas parecidas pudiera haber por allá. Como algunas veces he apuntado, Cascotes bien podría convertirse en una agencia de viajes, pero además es tan versátil que también podría dejar atrás el lenguaje satírico y convertirse en una excelente plataforma de investigación. Yo a Tajikistán iría muy a gusto por ver el techo de la vieja URSS (antes Pico Comunismo, ja ja ja, y ahora, Ismoil Somoni, 7.495 m) o para recorrer en kayak las cuencas del Amur Daria que nace por el sur o el Syr Daria, por el norte, para llegar seco hasta el Aral (más ja ja ja), pero siendo la arquitectura el modo más costoso (que no elaborado) de dar sentido a nuestra vida en la tierra, ¿por qué no usarla para conocer mundo? Vamos allá pues.


Según se desprende de la información gráfica que nos proporcionan los panoramioistas desde Dushambe, la tartaleta sigue en su sitio, aunque por el fondo vemos asomarse ya un edificio de cristal y una cúpula azul que también serán objeto de nuestro tour (no se me impacienten). Antes tenemos que comentar que los dibujantes tajikos de sketch up no andan muy finos y le han puesto al estroboscopio este de hormigón unas patitas más largas de lo real.


Vagabundeamos otro poco por Dushambé y no tardamos en encontrar otra joya de la arquitectura orbicular con que los rusos querían decir a los tajikos que el mundo es redondo:


Y si no es redondo, al menos que sea de hormigón y cristal, materiales de arquitectura con los que decidieron sacarlos de la Edad Media.


Aunque eso sí, con unas pocas celosías folclóricas para que no les fuera tan duro el tránsito.


Pena no tener un detalle de esas rejas porque también debieron ser de mucho consuelo para los viejos tajikos. Las otras dos fotos que he encontrado de tan bonita institución son estas:



Que muestran también un uso del azul celeste como símbolo... celestial, claro está.


El azul podía ser utilizado en edificios de corte más clásico o en para hoteles más futuristas:


Pero cuando se abusaba mucho de las texturas no conseguía convencer. Eso que vemos a continuación es el Ministerio de Irrigación, que induce a pensar que con razón que se ha secado el Aral:


Año arriba año abajo, con la glasnost llegó la postmodernidad. Sí señores, a Dushambé también (si lo acentúo en la é me suena a africano pero no se olvide nadie que estamos en el Asia más céntrica y perdida -donde pienso irme si me buscan-, y no en continente negro). Y con la postmodernidad, llegó la felicidad, que también rima.


Por la carretera que va a occidente, que es de donde venían todas estas marafillas occidentales he encontrado una puerta marafillosa que debe de ser de esta época:


Cosa tan bonita e importante en la que gastarse el poco dinero que tienen. Dicen los datos de la wiki que la renta per capita de Tajikistán está en unos pocos 400 dolares anuales. Ay ay. Bueno, pero antes de ver la felicidad que les llegó con la caída del muro y la independencidad, vamos a echar un vistazo al tejido urbano y al housing que les quedó marcado a fuego por la felicidad comunista.


Lo primero que llama la atención al ver la fotografía aérea de Dushambe es la estrecha relación académica entre los urbanistas del proletariado y los ingenieros de circuitos electrónicos.


Los grandes lotes de bloques con arbolado intermedio se alternan con tejidos más o menos espontáneos de casitas que por lo que se puede apreciar si bajamos un poco, en su mayoría rayan con el chabolismo. Lo de los árboles está bien pero cuando los fotógrafos dan cuenta de los bloques de viviendas, es fácil que empiecen ustedes a rascarse la oreja:

A veces son como chabolismo superpuesto, y otras, geometrías tan fragmentadas como las del chabolismo en planta.


Otra de las cosas que se aprende en Dushambe es que la burbuja comunista dejó tantos rotos como la burbuja capitalista. Digamos burbuja especulativa para las dos, que es adjetivo mucho más abstracto, y todos unidos y contentos.


Por no hablar de las grandes promociones con arquitectos con pretensiones, como estas torres de viviendas ¿neogóticas? próximas a la margen izquierda del río ciudad arriba:



Como a todos estos magnos edificios públicos y viviendas felices había que darles luz, poco más arriba de estas viviendas, en la margen derecha del río y prácticamente en la misma ciudad, les colocaron un generador de última generación que no mancha ni engrasa:


Pero el punto de encuentro entre las viejas formas de gobierno, la nuevas, y las permanencias de la arquitectura, están en el deporte, así que en nuestra investigación no podía faltar un vistazo al estadio de la ciudad:


Vamos ya con la felicidad de la indepencedidad que llegó de la mano de la postmodernidad después de que los tajikos se mataran entre sí en sus primeros años de independencia dejando un saldo de 60.000 muertos sin que nadie en el mundo se enterara. La gloria de la nueva arquitectura tajika se llama Palacio de las Naciones o Palacio Presidencial y reúne todas las virtudes ensayadas por nuestros bofilles uropeos:


Por supuesto, también lo podemos ver en sketch up, y miren qué curioso, que al fondo se ve la tartaleta inicial de nuestro recorrido:


Hermosos jardines de versallesco estilo, con fuentes y monumentos rodean el futuro:


Este de la derecha, era un poeta medieval, por lo que la hornacina que le han colocado detrás va de acuerdo a su tiempo.


Este otro fue un viejo rey, de ahí que le hayan puesto leones de acompañamiento:


A mano derecha del palacio presidencial y a juego con el mismo, la nueva república ha apostado por los viejos libros como emblema de futuro (menudo despiste) y esta es la Biblioteca que les ha salido: (se la pongo en versión nocturna y diurna, a ver cuál les gusta más).



Pero aunque hayan puesto unos dineros al libro, en la apuesta del futuro los tajikos no son tontos y han colocado otro tanto al turismo, valor en alza donde los haya:


No me aclaro muy bien si toda esta columnería pertenece al complejo del Hotel Hyatt, justo al lado y en estilo flan del cristal...


... o es de alguna cadena de la competencia, pero lo que es seguro es que les han ganado la partida y con creces. 



Sobre todo en el interior, donde hace siempre buen tiempo, como en los casinos de Las Vegas, y luce el cielo azul.



¿Dónde estudian arquitectura los diseñadores tajikos? Mi desconocimiento del ruso me impide mostrar los edificios donde se formaron los artistas de cuyas mesas ha salido todo este muestrario de cascotes universales, pero lo que sé es que en el 2006 llegó por allá el Agha Khan, conocido promotor de bellezas arquitectónicas, e inspeccionó las obras del Ismaili Center que según parece es lo más de lo más en modernidad.




De todos modos creo yo que Dushanbé nos reserva algunas sorpresas. Uno de los más prolíficos informadores gráficos de Panoramio de la región, Hansjoerg Eberle, ha colocado una foto de un cascotón cercano al palacio nacional que me ha dejado de lo más intrigado porque lo he buscado y rebuscado desde el aire con google y no he dado con él. Lo mismo se ha equivocado el hombre, pero no le demos más importancia que ya lo encontraremos:


Por si quieren dejarse de ficciones y volver a la realidad, podemos ver estas bonitas torre de oficinas y apartamentos mezcla de minaretes y zigurats que auguran mensajes y símbolos suficientes para no perder nunca jamás la pista tajika:


(Un millón de gracias a los fotógrafos de Panoramio que nos han aportado tan valiosa documentación. Dispénsenme de nombrar a todos si son tan amables. Feliz año nuevo).