jueves, 24 de marzo de 2016

385. ALMA DE PELEGRINO



Todos saben que Cascotes tiene alma de peregrino, palabra que por peregrina hemos dulcificado un poco hasta dejarla en "pelegrino", o incluso en  "peligrino" si Cascotes va al cine. Y como para pelegrinar no hay como echarse al camino de Santiago, que pasa por casa, pues nos plantamos en Redecilla del Camino, viejo conocido de Cascotes por el famoso pleito que por poco les pone Google Earth ah ah ah. Mucho antes de llegar a un pueblo, antaño se veía la torre de la iglesia, pero como eso no es moderno, ni peligrino, ahora se ve un jran cartel que te dice que eres pelegrino y que te queda mucho (de pelegrino). Tras la torre viene la nave del centro de interpretación con porche y banco para descansar. Puertas de estilo castellano, faltaría más.



Si le haces ascos a esta iglesia y al estilo castellano, un poco más adelante tienes una bonita plaza, también con cartel indicador de que estás en Redecilla del camino y bancos modernistas para sentarte:



Hay pelegrinos que, ante las duda, deciden coger el autobús con parada individual y cartel encima del asiento por si quieres verlo cuando alguien está sentado y no sabías cómo intimar. Lo malo de esta parada es que no tiene contenedor para dejar la basura.


O puedes dejar la pelegrinación y volverte a casa, en cuyo caso tienes una parada de autobús mucho más construida, dónde va usted a parar. Y con dos contenedores para dejar la basura del pelegrinaje.


Si pasamos de bancos, paradas y basuras, podemos pasar un rato en la deliciosa plaza de los juegos infantiles, que ya puse en el post lincado arriba pero que no me resisto a poner de nuevo. Es tan emotiva que me sangran los ojos cada vez que la veo:



Pero dejémonos de cuentos y busquemos albergue, que la noche ya se viene y hay que reponer fuerzas. Los signos parecen claros: escudo, nobleza; banderas, poder, sillas de plástico rojo, comodidad sin menoscabo de la modernidad.


Como vieron que no lo veíamos claro, en otro establecimiento decidieron decírnoslo por quintuplicado, aunque cada vez de forma diferente por si no entendíamos: hospedería, albergue, hospital y tal y tal.


Signo evidente de modernidad, también en las tiendas rotulan ya en inglés, con lo que las viejecillas de Redecilla ahora van al Foods o al Shop en vez de a los Ultramarinos.



Saliendo hacia Burgos nos acompaña un cortejo de contenedores mientras que los emboscados habitantes de Redecilla nos miran con desconfianza desde el otro lado de la carretera.


Nadie que viera la foto aérea de Google Earth podría imaginar que en ese pequeño lugar hubiera tantas velezas pero ya se pueden hacer idea de los beneficios de la pelegrinación: